La Pepa

Resulta que mi amiga Pepa iba a cumplir años y yo no sabía qué regalarle.

Di mil vueltas. Unas cosas no me gustaban, otras eran muy caras, de los trabajos de artesanía que hago tenía casi todos pero, se me ocurrió que quizás, si le hacía unos jabones personalizados con su nombre podría resolver el tema.
Dicho y hecho, puse manos a la obra. Busqué un tipo de letra bonito, preparé una base de silicona y le hice los jabones de glicerina porque me daba la posibilidad de tener una parte de color y la superior transparente para que el nombre quedara más o menos en el centro del jabón y se pudiera seguir viendo con el desgaste casi hasta el final. Un color adecuado, aroma de granada que es super rico y listo.

Debo decir que acerté plenamente porque quedó encantada y yo feliz de haber resuelto el conflicto. Me dijo que le iba a dar mucha pena usarlos a lo que le contesté que no se preocupara que se los repondría con todo cariño.

A veces la solución a un problema la tenemos al alcance de la mano y no nos damos cuenta o no valoramos, en su justa medida, lo que hacemos.