Seguramente todos tenemos restos de jabones anteriores guardados para darles el mejor uso posible ya sea en un refundido o, como en este caso, en forma de bloquecitos.
Esta vez he aprovechado parte de esos restos sobre un fondo de color natural con caléndula en polvo que le da ese tono amarillento.
Para los aromas usé 1 parte de Romero, 1 de Limón, 1 de Arbol de Té y 3 de Lavanda.
Los truquitos:
Esta vez he aprovechado parte de esos restos sobre un fondo de color natural con caléndula en polvo que le da ese tono amarillento.
Para los aromas usé 1 parte de Romero, 1 de Limón, 1 de Arbol de Té y 3 de Lavanda.
Era fundamental que los bloques estuvieran situados exactamente para que, al cortar los jabones no quedaran fuera de sitio. Lo primero fue pegarlos entre sí. Luego, dibujé la silueta de cada uno sobre un papel blanco y el límite de los jabones. Lo coloqué en el fondo del molde y encima el papel de horno que, al ser transparente permite ver el croquis de la ubicación.
Eso sí, al volcar la mezcla hay que hacerlo de a poco y con mucho cuidado para que no se muevan las inclusiones.
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